miércoles, 29 de septiembre de 2010

LA TELA DE PENÉLOPE O QUIÉN ENGAÑA A QUIÉN

¿Quien, antes de empezar a leer un libro, no ha ojeado con curiosidad las últimas páginas para conocer el final?
Confieso que yo lo he hecho más de una vez.

El desenlace de algunas historias no desvela ninguna información esencial del inicio,no provoca que el lector pierda el interés por llegar al término, más bien al contrario, despierta su curiosidad por sa
ber cómo se han desarrollado los acontecimientos que han provocado el devenir de la historia.
Es el caso de La Odisea:Ulises llega por fin a Ítaca y se reune con su esposa Penélope que lo ha esperado durante veinte largos años.
Nada en este final nos revela quién es Ulises, dónde estaba y mucho menos hace sospechar que se ha enfrentado a numerosos peligros. La Odisea no es una novela de amor, Ulises no vaga por el Océano en busca de su amada Penélope, la Odisea es una novela de aventuras, de viajes.
Durante este curso en griego de 1º vamos a leer el texto de Homero. Como siempre hablo demasiado, ya les he contado a las alumnas que Penélope ve recompensada su espera con la llegada de Ulises y por fin son felices y comen perdices. Me sorprende que todas lancen un sonoro suspiro y añadan ¡Qué bonito!. No sé que tiene de bonito esperar - tejiendo una mortaja para tu suegro- a un hombre a quien prácticamente no conoces (no te dio tiempo a conocerlo antes de irse a la guerra), mientras él de vuelta de Troya se entretiene durante unos años con la ninfa Calipso, se deja querer por Nausicaa, seduce al la maga hechicera Circe y conociéndose bien se ata al mástil para no correr tras las sirenas. En fin, una joya que más parece que se haya ido de despedida de soltero que a la batalla de Troya.

De todos es
sabido que la fiel Penélope con la puerta del palacio llena de pretendientes inventó una estratagema para rechazarlos uno tras otro: elegiría como esposo a uno de ellos el día que acabara de tejer el sudario de Laertes, el padre de Ulises. Lo que los pretendientes no sabían era que Penélope deshacía el trabajo hecho durante el día y volvía a empezar al siguiente. Quizá la fiel Penélope, sabedora de que como mujer no podía heredar los bienes de Ulises ni tampoco convertirse en reina de Ítaca, no quería entregar toda su hacienda a un desconocido, prefería disfrutar de su cómoda vida de reina consorte y no pasar a depender de uno de los pretendientes. La mujer griega pasaba a ser propiedad de su marido y no tenía ningún derecho. Quizá le convenía que Ulises tardara en volver. Probablemente a Homero no se le ocurrió esta posibilidad.
La figura de Penélope ha servido de motivo a obras literarias y canciones. La más conocida es la de Joan Manuel Serrat que nos presenta a una Penelópe homérica.



Pero yo, que ya sé un poco más que mis alumnas (porque me he leído la Odisea y no por otra cosa) me quedo con la de este cuento de Augusto Monterroso:

La tela de Penélope o quién engaña a quién

Hace muchos años vivía en Grecia un hombre llamado Ulises (quien a pesar de ser bastante sabio era muy astuto), casado con Penélope, mujer bella y singularmente dotada cuyo único defecto era su desmedida afición a tejer, costumbre gracias a la cual pudo pasar sola largas temporadas.

Dice la leyenda que en cada ocasión en que Ulises con su astucia observaba que a pesar de sus prohibiciones ella se disponía una vez más a iniciar uno de sus interminables tejidos, se le podía ver por las noches preparando a hurtadillas sus botas y una buena barca, hasta que sin decirle nada se iba a recorrer el mundo y a buscarse a sí mismo.

De esta manera ella conseguía mantenerlo alejado mientras coqueteaba con sus pretendientes, haciéndoles creer que tejía mientras Ulises viajaba y no que Ulises viajaba mientras ella tejía, como pudo haber imaginado Homero, que, como se sabe, a veces dormía y no se daba cuenta de nada.

¿Y vosotras? ¿Que haríais en lugar de Penélope? Inventad un nuevo final para la Odisea. Lo leeremos en clase y publicaré el mejor en el blog.

domingo, 26 de septiembre de 2010

LEER EN GRIEGO CLÁSICO

Como todos los años durante las primeras clases de griego las alumnas están aprendiendo a leer el griego clásico
También , como siempre, me miran escépticas y aseguran que jamás serán capaces de distinguir una delta de una épsilon mientras intentan convencerme de que memorizar los nuevos signos es tarea titánica impropia de estudiantes de 1º de bachillerato:
-" por favor,por favor no lo preguntes mañana"
-"¡que difícil!"
-" imposible aprenderlo"

Todavía no lo saben pero cuando yo me propongo algo no cejo en mi empeño hasta conseguirlo así que no hay excusas que valgan.
Entusiasmada les propongo aprender el alfabeto a ritmo de Beatles. "¿De qué?", preguntan asombradas.

Vaya, ahora tengo trabajo doble,quien me mandará a mi.Con lo cómodo que es decir:"aprended el alfabeto", y suponer el resto del año que ya se lo saben.
En fin para que les quede claro tanto el alfabeto como quien son los Beatles les dejo aquí dos videos.El primero para que repasen y el segundo para que conozcan también un retazo de la historia de la música. Mira por dónde, tirando del hilo , algo más que aprenden.






Pero esto no es todo, también durante esta semana han balbuceado sus primeras frases en griego, ha sido divertido. Añado un video perteneciente a un fragmento de la película La versión Browning, en la que un profesor lee y hace leer a un alumno en griego.
Espero que estén atentas pues el video trae actividades añadidas:
-¿Quién era Esquilo?
-¿Quién era Agamenón?
-¿Quien era Clitemnestra?¿Por qué asesinó a Agamenón?
-¿Quien era Casandra?
-¿Qué relación existía entre estos tres personajes?



(Intentad seguir la lectura del texto que lee el profesor, aparece sobreimpreso en el video. Lo preguntaré.)

lunes, 20 de septiembre de 2010

MUJER QUE SABE LATÍN NI TIENE MARIDO NI BUEN FIN


Mi primer profesor de latín, un sesudo catedrático, se valía de este refrán constantemente.
No sé muy bien si su intención era motivarnos o que, temiendo la soltería o el infierno, desistiéramos de ir a sus clases. Ya entonces el alumnado que optaba por estudiar letras era mayoritariamente femenino.


El de griego, también catedrático, intentaba contrarrestar el efecto negativo que pudiera producir su colega con semejante máxima y con gesto despreocupado sentenciaba: "mujer que sabe griego le crece más pronto el pelo".
(Sin duda este refrán era de cosecha propia pues por más que lo he buscado no lo he encontrado.)


Entonces me parecía una bobada y pensaba que el buen hombre había inventado aquella frase más para hacernos reír que para otra cosa. Hoy me doy cuenta que con este chascarrillo pretendía echar por tierra una tradición que venía de antaño y que vetaba a la mujer en el mundo académico.
Así-según él- el saber griego, latín o lo que fuera, también era femenino ,es más -según su dicho-si estudiabas podías tener una hermosa melena ,que además te permitiría encontrar un buen marido.


Muchos siglos antes Quevedo ya advertía de los peligros de casarse con una" bachillera":

Al que sabia y fea busca,
el Señor se la depare:
a malos conceptos muera,
malos equívocos pase.
Aunque a su lado la tenga,
y aunque más favor alcance,
un catedrático goza,
y a Pitágoras en carnes.
Muy docta lujuria tiene,
muy sabios pecados hace,
gran cosa será de ver
cuando a Platón requebrare.
En vez de una cara hermosa,
una noche, y una tarde,
¿qué gustos darán a un hombre dos cláusulas elegantes?
¿Qué gracia puede tener
mujer con fondos de fraile,
que de sermones y chismes,
sus razonamientos hace?

Afortunadamente los tiempos han cambiado y las aulas están llenas de mujeres. No obstante aunque ya hace mucho tiempo que se abrieron para ellas las puertas de la universidad sigue habiendo una distinción entre disciplinas consideradas propias de hombres y otras consideradas más propias de mujeres.
Es una realidad qu
e hay conocimientos que permiten acceder a profesiones de mayor prestigio social y que fundamentalmente son realizadas por varones.

Así las cosas me encuentro este año con 11 alumnas en primero de bachillerato dispuestas a aprender latín y seis de ellas griego,les crezca o no el pelo.

Para romper el hielo les pregunto el primer día porqué creen ellas que los chicos no estudian latín.

A mi se me han ocurrido varias razones:



-¿Será porque no les parece demasiado masculino aprender la lengua de unos hombres que iban a la guerra en minifalda?

-¿Es un insulto a su inteligencia tener que estudiar tan sólo cinco declinaciones cuando tienen capacidad para eso y más?

¿Les parecen más atractivas las sensuales curvas del 8 y demás números?

¿Temen parecerse a Benedicto XVI (único hombre que les suena que sabe latín) y dado su poco atractivo físico descartan profundizar más en el conocimiento de esta lengua?

Pido clemencia a los hombres y apelo a su sentido del humor-ya que no a sus conocimientos de latín- para que lean esta entrada con una sonrisa en los labios.


Mi única pretensión es que mis nuevas alumnas se inicien en la mecánica del blog y respondan a través de los comentarios a una pregunta muy simple:¿Porqué los hombres no estudian latín?
Ellas ya saben las reglas del juego:nada ofensivo y ningún insulto y si lo hacen que sean tan hábiles como Quevedo.

Y si algún hombre puede arrojar alguna luz sobre el tema …

lunes, 13 de septiembre de 2010

EL ANDRÓGINO Y LA ESFINGE.LA BELLEZA DE LO INÚTIL

El Simbolismo fue un movimiento literario y pictórico iniciado en Francia y Bélgica hacia 1880 como oposición al Naturalismo y el impresionismo.Supuso una reacción contra los valores del materialismo y del pragmatismo de la sociedad industrial y pretendió crear una pintura no supeditada a la realidad de su momento rechazando lo que traía consigo la vida diaria, la aglomeración, la actividad industrial y la degradación.

Los simbolistas sintieron la necesidad de expresar una realidad distinta a lo tangible reflejando en sus obras la ambigüedad,la belleza,lo andrógino,el enigma de la esfinge. Por ello muchas de sus obras se inspiraron en la mitología .



La nueva imagen del blog de Clásicas pertenece a un cuadro de Fernand Khnopff,pintor belga cuya obra entronca con el simbolismo. Sus cuadros construyen la realidad a base de metáforas ,son un vínculo entre el yo del espectador y el del artista, y su contenido siempre habla de algo que no se percibe con un juicio técnico o formal de la obra.


La primera vez que contemplé este cuadro pensé que el conocimiento de los clásicos me permitía descifrar su secreto,detenerme unos segundos más ante él,no pasar de largo.

Estudiar los rudimentos del latín y el griego (declinaciones,verbos,rutinas de traducción),me ha dado el acceso al conocimiento de autores ,mitos,arcanas costumbres,héroes y monstruos que me permiten ver con otros ojos una simple imagen,una palabra en un texto,un trozo de mármol tallado.


Andamos a vueltas con el para qué de las cosas.La sociedad actual, inmadura y decadente, busca la utilidad inmediata de cualquier objeto o conocimiento.Comida rápida,trenes de alta velocidad,café expreso,relaciones a golpe de ratón.

No hay tiempo para el estudio lento y pausado de las lenguas clásicas.No produce una satisfacción inmediata.Su aprendizaje,paciente y costoso, consiste en descifrar mensajes trabados en enigmáticos códigos de casos y desinencias. ¿Y para qué?

Encuentro en un blog de clásicas una anécdota, que cuenta que Unamuno dijo en cierta ocasión a un ingeniero,cuando éste-el ingeniero-iba a tomar un tranvía para dirigirse a escuchar un concierto:

«Dígame, amigo: ¿cuál de las dos cosas es más práctica: el tranvía que lo lleva al concierto, o el concierto mismo?»


¿Qué es ,por tanto, más práctico?¿El estudio previo de una lengua y una civilización que ayudan a disfrutar contemplando un cuadro?o¿El cuadro mismo, que traslada al espectador hasta el andrógino primitivo a quien Zeus, temeroso de su poder, condenó a buscar para siempre a su otra mitad?

Quizá la utilidad de las lenguas clásicas no sea analizar ,declinar,conjugar verbos sino acceder a una forma de vida que permita alejarse de lo cotidiano, de las prisas, las aglomeraciones, que en definitiva permita disfrutar de la belleza de lo inútil.


Sin duda la imagen de las cariátides va unida a lo clásico pero lo obvio,la inmediatez del vínculo hace que el símbolo pierda su valor.


Es momento de renovación.El simbolismo-y¿para qué sirve el simbolismo?-me sirve de pretexto para inaugurar este curso y para dar la bienvenida a los alumnos que han optado por estudiar latín y griego.


Espero que descubran conmigo lo que se esconde detrás del andrógino y la esfinge,